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miércoles, 3 de junio de 2020

TAREA DEL 1 AL 12 JUNIO

Para las dos primeras semanas de Junio se deben realizar las actividades referentes a la Revolución científica del siglo XVII y del arte Barroco y del Siglo de Oro español. Perdonad la tardanza en publicarlo y el formato, pero estoy en el hospital con mi padre y no tengo el libro aqui. Por cierto, ni este jueves ni el siguiente habrá reunión de Meet.

domingo, 17 de mayo de 2020

TAREA DEL 18 AL 31 DE MAYO


CRISIS DEMOGRÁFICA DEL SIGLO XVII

Más que un retroceso general de la población, lo que se produjo fue la finalización de la etapa de intenso crecimiento demográfico que se había producido en el siglo XVI. 
En números, algunas fuentes indican que se pasaron de 100 millones de habitantes a inicios de siglo hasta 115 millones de habitantes a finales de siglo. 
Las principales causas que explican este estancamiento demográfico son el estancamiento de la producción agraria debido entre otros factores a un cambio climático, la aparición de malas cosechas, los movimientos migratorios hacia América, la difusión de epidemias y las guerras, sobre todo la Guerra de los Treinta Años.


SOCIEDAD EUROPEA EN EL SIGLO XVII

La sociedad siguió manteniendo su estructura estamental, pero la crisis económica y las guerras ocasionaron numerosos conflictos, sobre todo a mediados del siglo XVII. 
Las diferencias sociales se hicieron más profundas entre los estamentos privilegiados y no privilegiados.



El estamento privilegiado 
La nobleza y el clero siguieron manteniendo sus privilegios y la propiedad de la tierra. En España la nobleza recuperó poder político: miembros de la nobleza se convirtieron en validos de los reyes y se incrementarón el número de nobles.

El estamento no privilegiado 
Se caracteriza por su diversidad. En este grupo se encuentra el campesinado y la burguesía urbana, existiendo en cada uno de ellos grupos diferenciados por su riqueza económica.
La situación del campesinado empeoró en toda Europa debido a las guerras, a la crisis agrícola y al incremento de las rentas que debían pagar a los señores. Aumentó el número de campesinos que emigraban a la ciudad en busca de trabajo; muchas personas recurrieron a la mendicidad y al bandidaje.
La burguesía comercial presentaba grandes diferencias: en Europa occidental era numerosa y potente, incrementó su apoyo a las monarquías absolutistas que les premiaron favoreciendo sus negocios. 



ECONOMÍA EN EL SIGLO XVII

Durante el siglo XVII la economía europea, y en especial la española, vivieron una continua crisis económica, agravada por las guerras (Guerra de los Treinta Años), las epidemias y las malas cosechas. Este período vió también la aparición de nuevas formas industriales y el auge de nuevas potencias comerciales: Francia, Inglaterra y Holanda, que arrebatarán a España y Portugal la preeminencia en las grandes rutas comerciales.



La crisis en la agricultura
La producción agrícola disminuyó, sumándose las sucesivas malas cosechas que provocó el endeudamiento de los campesinos, que tuvieron que vender sus tierras a los señores feudales, lo que provocó el incremento de los grandes latifundios.
La introducción del maíz y de la patata trajeron una cierta recuperación de las producciones agrícolas.
La Guerra de los Treinta Años asoló grandes extensiones en el centro de Europa, norte de Italia y los Países Bajos.

Crisis en la industria y la artesanía
La artesanía entró en crisis, en parte debido al estricto control de los gremios y, también, a la situación de inestabilidad e inseguridad provocada por la guerra. Pese a ello se desarrollaronnuevas formas de producción industrial:
El trabajo a domicilio, por el que la producción se realizaba en el campo por encargo de un comerciante, que le proporcionaba las materias primas y se encargaba luego de vender el producto.
Comienzan a aparecer las primeros talleres, que reunían a numerosos artesanos que recibián el salario de un empresario.

El comercio: crisis y transformaciones
El comercio alcanzó un gran desarrollo, especialmente en Holanda, Inglaterra y Francia, que consiguieron crear sus propios imperios coloniales e introducir sus productos en las colonias portuguesas y españolas.
Inglaterra y Holanda se convertirán en las principales potencias comerciales y marítimas europeas. Ambos países fundaron compañías comerciales (en el caso de Holanda, la Compañía de las Indias Orientales y la Compañia de las Indias Occidentales; o en el de Inglaterra, la Compañía Británica de las Indias Orientales) a las que el Estado cedía el derecho exclusivo sobre determinados mercados.
El auge del comercio estimuló el desarrollo del capitalismo comercial y financiero, que supuso el aumento de la circulación de la moneda y la aparición de las grandes bancas. Este sector se apoyó en los beneficios del comercio y en el aumento de crédito para llevar a cabo nuevos establecimientos comerciales. Es en este momento cuando nacen las grandes bancas de Londres y Amsterdam.







MERCANTILISMO

El mercantilismo era una doctrina económica del Antiguo Régimen cuya idea es básica: tener una balanza comercial positiva para así acumular metales preciosos. Para que ocurra esto hay que potenciar las exportaciones y disminuir las importaciones.
Para evitar importaciones se imponen aranceles, tasas en las aduanas, para que los productos extranjeros sean más caros y se consuman los interiores.
Además, se intenta una mayor producción de los principales productos de consumo dentro del país para poder abastecerlo y se mejoran las comunicaciones interiores para transportarlos. (En realidad se intentará llegar a la autarquía: producir lo que se consume)
Para fomentar las exportaciones y así acumular oro los países intentan mejorar sus flotas (así todos los beneficios serían para el país), se crearon compañías nacionales para organizar el comercio, buscar nuevos mercados para comprar materias primas o vender productos elaborados (América y África para la trata de esclavos).

EUROPA EN EL SIGLO XVII





LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS


La Guerra de los Treinta Años es uno de los acontecimientos más importantes de la Edad Moderna por varias razones:
·    Porque de ella resultó la libertad religiosa para varios Estados.
·    Porque en su transcurso surgieron notables guerreros como Gustavo Adolfo, Wallenstein y Turena.
·    Porque aseguro el predominio de Francia sobre las otras naciones de Europa Central.
·    Porque restableció el equilibrio europeo, roto a raíz de las victorias de Carlos V. Se Entiende por equilibrio europeo el afán de los Estados de Oriente y Occidente de Europa para conservar el mismo poderío, la misma fuerza, a fin de respetarse mutuamente.

Las causas de la guerra fueron de orden religioso, de orden político y de orden internacional.
·    De orden religioso, por el afán del Emperador Fernando II de Alemania por unificar sus Estados, imponiendo el Catolicismo además de las luchas religiosas en Bohemia.
·    De orden Político, por el deseo del mismo Emperador de transformar el Imperio Alemán que era electivo en Imperio hereditario, para dejarle la corona a su hijo. Así mismo por la rivalidad entre el emperador y los varios Príncipes que gobernaban sus Estados.
·    De orden internacional, por el plan de Francia para arruinar a la Casa de Austria, restableciendo el equilibrio europeo junto a la rivalidad comercial de Alemania con Dinamarca y Suecia en el Mar Báltico.


El Tratado de Westfalia (1648) fue el Tratado más importante del siglo XVII y cuyas consecuencias fueron que:
·    El Emperador de Alemania reconoció que los príncipes de su país eran soberanos en cada uno de sus respectivos Estados.
·    Se estableció una completa libertad religiosa en Alemania.
·    Alemania devolvió a Francia las provincias de Alsacia y Lorena.

Como la guerra había sido también contra España, fue necesario firmar con esta nación un tratado aparte y esta fue la Paz de los Pirineos (1659). Según ella, España devolvía a Francia las provincias de Rosellón y Artois, situadas en la frontera con los Países Bajos.
Así terminaba la Guerra de los Treinta Años.


LA EUROPA DEL ABSOLUTISMO

La forma predominante de gobierno en casi toda Europa en el siglo XVII fue la monarquía absoluta, en la que el poder del monarca destacaba por encima de todos los demás estamentos. El absolutismo era el resultado del fortalecimiento del poder real por encima de la nobleza, iniciado a finales de la Baja Edad Media. Había, sin embargo, muchas diferencias entre los diversos reinos y en algunos la monarquía se veía limitada por la intromisión de la nobleza o por el control de las Cortes.

La estructura piramidal y jerarquizada de la sociedad estamental tenía sucúspide en el monarca absoluto, pues él estaba por encima de todos los habitantes de su reino y todos eran sus súbditos, a él sometidos y por él gobernados. Así, el eje central del sistema político de la Europa del Absolutismo, o del Antiguo Régimen, era la monarquía absoluta de derecho divino, según la cual "la autoridad del monarca provenía de Dios, en nombre de quien ejercía el poder".
Como reflejo del poder divino, el monarca poseía un poder absoluto:
  - nombraba a los magistrados, 
  - administraba justicia y
  - dirigía la política exterior. 
  - no se sometía a ningún control y no compartía la soberanía con nadie. 

Todo el Estado residía en él, y la voluntad de sus súbditos estaba englobada en la suya. El ejemplo más completo y conocido de la fórmula política de monarquía absoluta fue la monarquía francesa de los Borbones, sobre todo con Luís XIV, el rey Sol.  

 

A pesar de que, desde un punto de vista formal, todo el poder residía en el monarca, en la práctica estaba auxiliado por unas instituciones que lo asesoraban y ejecutaban sus mandatos. 

El principal órgano de gobierno era el Consejo de Estado, cuyos miembros habían de ser designados por el rey. La complejidad creciente de los asuntos de gobierno, sobre todo en los siglos XVII y XVIII, hizo que se subdividiera en secciones especializadas: Consejos de Finanzas, de Justicia, de Guerra, etc. También había Negociados (secciones especializadas en el tratamiento de asuntos más concretos) y se hizo habitual la designación de Secretarios de Estado, comparables a los actuales ministros.

La administración local estaba en manos de gobernadores o intendentes,  u otros tipos de cargos que tenían atribuciones para aplicar las leyes, mantener el orden, dirigir las obras públicas, la industria, el comercio, o cualquier asunto de gobierno territorial. Estos cargos dependían del monarca y eran revocables a su voluntad.

Una legión de funcionarios y de burócratas se encargaba de ejecutar las órdenes reales, de administrar justicia, de recaudar los impuestos, etc. Su trabajo y su presencia en todo el territorio eran indispensables para hacer funcionar la compleja maquinaria estatal.

El poder del soberano estaba restringido, no obstante, por la ley divina, a la que estaba sometido como cualquier otro; por el derecho natural, conjunto de normas formadas por la costumbre y la tradición, y por las leyes fundamentales de cada reino, que expresaban un mínimo pacto entre el monarca y sus súbditos, que el monarca debía aceptar en el momento de su coronación. Este último caso comprende las limitaciones que los Parlamentos, las Cortes o los Estados Generales imponían al monarca.

Desde la Baja Edad Media fue frecuente que a la Corte formada por nobles y clérigos que aconsejaban al rey, se uniesen los representantes de las ciudades (burgueses). Estos tres grupos constituían las Cortes o Parlamentos.
Su papel era muy limitado y no se deben confundir con los Parlamentos modernos.
Cada estamento deliberaba separadamente y votaba como grupo ante las propuestas del monarca. Sólo tenían ciertas atribuciones en materia fiscal; suplían al monarca en situaciones excepcionales y ratificaban a los nuevos reyes.
Aún así, los monarcas absolutos intentaron marginar a los Parlamentos que podían obstaculizar el ejercicio del poder absoluto, y sólo recurrían a convocarlos en situaciones externas, para pedir aumento de impuestos o ayudas económicas.







PARLAMENTARISMO EN INGLATERRA

Mientras el resto de Europa, especialmente Francia, se encerraban en la monarquías absoluta de origen divino, Inglaterra, ya desde el el siglo XVII concibe otra forma de gobierno que inspirará a los ilustrados (Voltaire, Locke, Montesquieu) y será la base de nuestras democracias.


Su origen hay que buscarlo en las revoluciones del siglo XVII que van quitando poder al rey dándoselo a nobles (que en el absolutismo) son sólo cortesanos que acompañan al rey mientras que en Inglaterra forman la Cámara de los Lores) y a la burguesía (Cámara de los Comunes).
De esta manera el poder se encuentra repartido entre el rey y los dos grupos. El Parlamento (doble) tiene, como nuevas funciones la de aprobar los nuevos impuestos y tiene también iniciativa legislativa (hacer leyes)









Cambios económicos y conflictos de intereses:
Hasta finales del siglo XVI, la monarquía de los Tudor tuvo muchos intereses en común con los burgueses urbanos y con los pequeños propietarios rurales de origen noble la gentry. Sus intereses coincidían en la lucha contra España por el dominio de los mares atlánticos y por el empeño español en restablecer el catolicismo en Inglaterra; y también en la lucha contra las familias más poderosas de la nobleza inglesa —la aristocracia— que arruinaban el país con sus guerras privadas. Pero esta alianza entre la monarquía, la gentry y los burgueses entró en crisis durante los reinados de los reyes Estuardo.
En las primeras décadas del siglo XVII, la riqueza de los burgueses dedicados al comercio y a la producción de mercaderías aumentaba, y también la de la gentry, cuyos miembros se diferenciaron del resto de la nobleza porque se dedicaron a una actividad típicamente burguesa como el comercio.
Mientras tanto, disminuían los ingresos de los nobles más poderosos que tenían como única fuente de riqueza la propiedad de sus tierras. Muchos nobles comenzaron a depender de la monarquía para sobrevivir, y los burgueses entraron en conflicto con el poder absoluto de la monarquía que intentó poner límites al desarrollo de sus actividades económicas.

La lucha por la nueva riqueza
El problema era que los burgueses estaban generando y acumulando una riqueza a la que la monarquía no podía acceder. Para obtener una parte de esa nueva riqueza la monarquía propuso crear nuevos impuestos y aumentar los que ya existían. El Parlamento se opuso porque sus miembros no podían controlar el destino del dinero recaudado. La corona también intentó participar directamente en algunas de las actividades industriales y comerciales, pero el resultado fue aumento de precios, desocupación y descontento general. Para conseguir ingresos, la monarquía comenzó a exigir antiguos derechos feudales y reforzó su alianza con la jerarquía de la Iglesia Anglicana, integrada por grandes terratenientes.

La guerra civil y la abolición de la monarquía
El enfrentamiento por los impuestos continuó. La corona comenzó a exigirlos aunque no tuvieran la aprobación del Parlamento; y los burgueses comprendieron que los cambios económicos que necesitaban sólo se alcanzarían a través de la lucha política. Las familias de comerciantes y terratenientes más poderosas, relacionadas entre sí por negocios comunes y que estaban representadas en las dos cámaras del Parlamento, fueron el núcleo de la oposición al rey Carlos I con el objetivo de lograr un gobierno que representara los intereses de los hombres de negocios.
Durante 1639 y 1640 los burgueses se negaron a pagar impuestos. Pero la crisis se agravó cuando, en 1640, Escocia pretendió separarse de Inglaterra y la Cámara de los Comunes se negó a aprobar los fondos necesarios para equipar y pagar un ejército a las órdenes de Carlos I. La mayoría de los comerciantes, artesanos y aprendices apoyaron a los Comunes y en 1642 comenzó la guerra civil.
En los dos bandos enfrentados, el parlamentario y el realista, había representantes de la nobleza y de los burgueses. Lo que los diferenciaba era que los realistas tenían más fuerza en las regiones agrícolas del norte y el Oeste del país, mientras que el Parlamento encontraba el apoyo en el sur y en el este, regiones en las que predominaban la industria y el comercio. También las ideas religiosas los diferenciaban: el puritanismo respaldaba, en general, al Parlamento, y el anglicanismo, como iglesia oficial, al rey. En el conflicto armado, venció el ejército parlamentario que dirigía Oliverio Cromwell. En 1649, los nobles fueron expulsados del Parlamento, se proclamé la república y el rey Carlos I fue decapitado.

La Gloriosa Revolución:
Después de la muerte de Cromwell, los burgueses más poderosos, que necesitaban paz y orden para sus negocios, llegaron a un acuerdo con la nobleza y, en 1660, la monarquía fue restaurada en la persona de Carlos II Estuardo. Por su parte, el rey aceptaba que correspondía al Parlamento la elaboración de leyes y la aprobación de impuestos.
Pero el acuerdo entre la monarquía y el Parlamento se rompió cuando llegó al trono Jacobo II, católico y con tendencias absolutistas. El nuevo rey no encontró apoyo para restablecer la monarquía absoluta: la nobleza no era católica y, además, sabía que la mayor parte de la sociedad no aceptaba una vuelta al pasado. Esto fue lo que llevó a un nuevo acuerdo entre los nobles y los burgueses, quienes coincidieron en la necesidad de destronar al rey y justificaron su propósito en las ideas del filósofo inglés John Locke.
Convencidos de que el destronamiento del rey en este caso era lícito, en 1688 nobles y burgueses ofrecieron la corona de Inglaterra al príncipe holandés Guillermo de Orange con dos condiciones: debía mantener el protestantismo y dejar gobernar al Parlamento. Jacobo II, abandonado por casi todos los grupos sociales, dejó el trono. Así, sin violencia, triunfó la Gloriosa Revolución (como la llamaron los hombres de la época), que abolió definitivamente la monarquía absoluta e inició en Inglaterra la época de la monarquía parlamentaría.

El parlamentarismo y el desarrollo del capitalismo:
Luego del triunfo de la Gloriosa Revolución, en Inglaterra comenzó a funcionar un sistema de gobierno llamado parlamentarismo. Este sistema aseguró la participación de los súbditos en el gobierno del Estado a través del Parlamento.
Durante el siglo XVII, los grupos comerciales y manufactureros más poderosos controlaron el gobierno parlamentario con el fin de promover sus intereses económicos. Se eliminaron los privilegios reales, aristocráticos y de las corporaciones, los monopolios, las prohibiciones, los peajes y los controles de precios, que obstaculizaban la libertad de comercio y de industria. Se crearon y fortalecieron instrumentos que servían para el desarrollo de las nuevas actividades económicas: se creó el Banco de Inglaterra y se generalizaron las sociedades anónimas, se difundió la tolerancia religiosa y se protegió el progreso de la ciencia.
El Estado inglés promovió especialmente el desarrollo del comercio y de la industria de manufacturas. El Acta de Navegación, que en 1651 estableció que el transporte de todas las mercaderías procedentes de o destinadas a Inglaterra debía hacerse únicamente en naves inglesas, fue el origen del desarrollo de una flota mercante que convirtió a Inglaterra en la dueña de los mares del mundo. Desde el 1700, además, el Parlamento prohibió las exportaciones de lana en bruto y organizó el establecimiento de artesanos extranjeros, con lo que sentó las bases del desarrollo de la industria textil.

lunes, 4 de mayo de 2020

domingo, 3 de mayo de 2020

CONQUISTA Y ORGANIZACIÓN DEL IMPERIO AMERICANO

La conquista y organización del imperio americano fue una empresa patrocinada por la Corona de Castilla en la que se unían la superioridad militar de los conquistadores, la búsqueda de riquezas (oro y plata), el deseo de evangelizar nuevas tierras, el espíritu de aventura y de descubrimiento cientifico como causas de la rápida y violenta conquista. La conquista del territorio americano se produjo en varias fases:
  •  Hernán Cortés, un conquistador extremeño, desembarcó en 1519 en México. Desde la costa sometió a los aztecas y, finalmente, se estableció con sus tropas en la capital, Tenochtitlán. Allí tomó preso al emperador, Moctezuma. Los aztecas se sublevaron y, a pesar de tener que huir, las tropas de Cortés los derrotaron y sometieron a todos los territorios bajo su dominio.

  • En 1531, otro conquistador extremeño, Francisco Pizarro aprovechó la guerra civil dentro del Imperio Inca para acabar con ellos. En 1532 son derrotados y su emperador, Atahualpa, fue ajusticiado.

  • En la misma época se exploran y conquistan otros territorios: Florida, California, Texas, Chile, Argentina...

Los territorios conquistados serían incorporados a la Corona de Castilla, que había financiado el descubrimiento y que controló la colonización.
Inmediatamente se introdujeron en ellos la lengua, la cultura y, especialmente, la religión y las leyes de Castilla. Junto a los colonizadores muy pronto llegaron al nuevo continente un gran número de clérigos encargados de evangelizar a los indígenas, así como funcionarios reales dedicados a organizar los nuevos territorios.
 

En América, se fundaron dos virreinatos Nueva España (México, Centroamérica y Caribe) y Perú (todo el Sur hasta la Patagonia). Cada uno contaba con un virrey a su frente. Los virreinatos tenían diversas provincias regidas por gobernadores.

También se instauraron, como Castilla, los municipios, con cabildos para gobernar las ciudades, y las Audiencias para las cuestiones legales y de justicia.

En Castilla, se creó el Consejo de Indias, que se encargaba de los asuntos americanos, asesoraba al rey en ellos, y redactaba las leyes específicas de esos territorios y la Casa de Contratación, encargado de los asuntos comerciales entre América y Castilla.

LA COLONIZACIÓN DE AMÉRICA

Las tierras americanas supusieron una gran fuente de ingresos para la Corona de Castilla, que recibía el 20% de todas las riquezas y operaciones comerciales con América (quinto real).

Los conquistadores además de obtener fama y riqueza en las conquistas, aspiraban a convertirse en "señores", es decir, en algo parecido a los nobles de España. Querían tierras y querían "vasallos". Los más ambiciosos aspiraban, además a convertirse en gobernadores de las tierras conquistadas, aunque reconociendo la autoridad del rey de España, sin embargo, lo que consiguieron fue muchísimo menos.

Las tierras fueron cedidas a los colonizadores mediante el sistema de encomienda: se entregaban tierras e indígenas a un español que debía instruirlos religiosamente, darles protección y alimentos y, cambio, los indígenas debían trabajar las tierras y pagar impuestos.


Las minas de oro y plata (Potosí) fueron explotadas por los colonizadores a cambio de ceder a la Corona una quinta parte del mineral extraído. Algunos indígenas eran obligados a trabajar en las minas (mitas) en condiciones muy duras.
 

La encomienda y la mita eran sistemas de explotación de la mano de obra indígena. Algunos castellanos, como Fray Bartolomé de las Casas, denunciaron los abusos de los conquistadores sobre los indios.

En 1542 se abolió la encomienda (Leyes de Indias) pasando a trasladarse a América a esclavos africanos negros.


El comercio con América fue muy intenso: 
De Castilla llegaban vacas, ovejas, caballos, aceite, vid, tejidos y armas mientras que de América llegaban, además de oro y plata, maíz, cacao, tabaco, tomate... productos desconocidos en Europa.

Sevilla era la única ciudad (hasta el XVIII) que podía comerciar con América. Los barcos iban en grupo (flota de Indias) y llegaban a los puertos de Veracruz o Cartagena de Indias.
Pero la escasez de envíos favorecía el contrabando de británicos, franceses y portugueses.

El monopolio del intenso comercio con América lo tenía la Casa de Contratación de Sevilla. Sus archivos se conservan actualmente en el Archivo de Indias, una enorme cantidad de documentos que han permitido conocer con detalle todos estos aspectos del descubrimiento y colonización del Nuevo Mundo.

 


LA SOCIEDAD COLONIAL

La sociedad colonial estaba dominada por los españoles, que tenían el poder económico y ejercían todos los cargos. La mayoría de la población estaba formada por amerindios (indios) pero también había criollos (hijos de españoles nacidos en América), mestizos y negros africanos(esclavos).

 


Fruto de esta mezcla de etnias surgió el mestizaje. Algunos de los cruces más comunes eran:
  • Mestizo: Blanco- Indio 


  • Mulato: Negro- Blanco 




  • Zambo: Indio- Negro 




En toda la América española se impuso la lengua, la cultura y la religión de los conquistadores castellanos. Pero la colonización también tuvo graves consecuencias demográficas para los nativos, a causa de las enfermedades llegadas de Europa y de los trabajos forzados a los que sometían a los indígenas.