Las actividades económicas
son muy variadas, pero se pueden agrupar en 3 sectores:
El Primario, que engloba las actividades
destinadas a obtener alimentos y materias primas del medio natural (pesca,
agricultura, ganadería o explotación forestal).
Muchos de los productos que se obtienen de estas actividades no necesitan ninguna transformación o muy poca antes de su consumo, pero otros se utilizan como materias primas para diversas industrias.
Las actividades primarias se desarrollan en las zonas rurales, marítimas y forestales, normalmente alejadas de las grandes urbes.
En los países desarrollados, estas tareas ocupan a una proporción muy pequeña de la población activa (inferior al 10 %), mientras que en los países subdesarrollados pueden llegar a emplear al 50 % de la población.
Muchos de los productos que se obtienen de estas actividades no necesitan ninguna transformación o muy poca antes de su consumo, pero otros se utilizan como materias primas para diversas industrias.
Las actividades primarias se desarrollan en las zonas rurales, marítimas y forestales, normalmente alejadas de las grandes urbes.
En los países desarrollados, estas tareas ocupan a una proporción muy pequeña de la población activa (inferior al 10 %), mientras que en los países subdesarrollados pueden llegar a emplear al 50 % de la población.
El Secundario, que engloba las actividades
destinadas a transformar las materias primas extraídas de la naturaleza en
productos elaborados (industria, minería, construcción o explotación de fuentes
de energía).
Las industrias suelen situarse en las ciudades y las áreas que están en su
proximidad.
Hoy, el sector industrial se caracteriza por:
- El empleo de maquinaria cada vez más sofisticada.
- La reducción de la mano de obra como consecuencia del uso de máquinas y robots.
- La mayor preparación y especialización de los trabajadores.
- Los productos cada vez más personalizados.
El número de trabajadores empleado en el sector secundario es muy pequeño en los países subdesarrollados (cerca del 10 %) y moderado en los desarrollados (en torno al 30%) a causa de la robotización de la industria.
Hoy, el sector industrial se caracteriza por:
- El empleo de maquinaria cada vez más sofisticada.
- La reducción de la mano de obra como consecuencia del uso de máquinas y robots.
- La mayor preparación y especialización de los trabajadores.
- Los productos cada vez más personalizados.
El número de trabajadores empleado en el sector secundario es muy pequeño en los países subdesarrollados (cerca del 10 %) y moderado en los desarrollados (en torno al 30%) a causa de la robotización de la industria.
El Terciario, que
engloba una gran diversidad de actividades que no producen un bien material
sino que prestan unos servicios a la sociedad (comercio, transporte, sanidad,
educación, banca, medios de comunicación,...)
Dentro de esta enorme variedad de servicios se pueden diferenciar cuatro tipos principales:
- Los servicios de distribución. Ponen en manos de la población los productos que consume. Es el caso del comercio y los transportes.
- Los servicios a empresas y la banca. Intentan facilitar su funcionamiento mediante concesión de créditos, asesoramiento jurídico fiscal, contratación de seguros, diseño, etc.
- La Administración pública y los servicios sociales. Incluyen todas las actividades financiadas por el Estado, destinadas a regular el funcionamiento de la sociedad y a mejorar la calidad de vida de la población.
- Los servicios personales. Son los que intentan cubrir las demandas de la población en aspectos tan variados como la hostelería y el turismo, los espectáculos, las reparaciones de vehículos y el cuidado personal, entre muchos otros.
Aunque los servicios están presentes en todo el territorio, son más característicos los de las ciudades.
En los países desarrollados, más del 60 % de la población activa trabaja en el sector terciario, mientras que la cifra es mucho más variable en los países subdesarrollados (de un 10 % a un 40 %). Cuando las cifras son altas en estos últimos, se debe a actividades poco productivas y escasamente cualificadas.
Dentro de esta enorme variedad de servicios se pueden diferenciar cuatro tipos principales:
- Los servicios de distribución. Ponen en manos de la población los productos que consume. Es el caso del comercio y los transportes.
- Los servicios a empresas y la banca. Intentan facilitar su funcionamiento mediante concesión de créditos, asesoramiento jurídico fiscal, contratación de seguros, diseño, etc.
- La Administración pública y los servicios sociales. Incluyen todas las actividades financiadas por el Estado, destinadas a regular el funcionamiento de la sociedad y a mejorar la calidad de vida de la población.
- Los servicios personales. Son los que intentan cubrir las demandas de la población en aspectos tan variados como la hostelería y el turismo, los espectáculos, las reparaciones de vehículos y el cuidado personal, entre muchos otros.
Aunque los servicios están presentes en todo el territorio, son más característicos los de las ciudades.
En los países desarrollados, más del 60 % de la población activa trabaja en el sector terciario, mientras que la cifra es mucho más variable en los países subdesarrollados (de un 10 % a un 40 %). Cuando las cifras son altas en estos últimos, se debe a actividades poco productivas y escasamente cualificadas.
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